Al hablar de identidad corporativa, los elementos que la componen son precisamente a los que más atención hay que prestar, porque a través de ellos se construye la imagen que una empresa transmite al exterior.
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Qué es la identidad corporativa y por qué es tan importante para las empresas
Se puede definir como la forma en que una organización se presenta ante el mundo, diferenciándose de la competencia y conectando con su público objetivo. Es una expresión tangible y a la vez intangible de la empresa, conformada por un conjunto de características que hacen única a la marca y la distinguen de todas las demás que hay en el mercado.
Cuando trabajamos en la identidad corporativa, lo que estamos haciendo es diseñar su imagen pública, representar sus valores, sus ideales y su cultura.
Tiene una especial importancia porque aporta numerosos beneficios a la empresa. Uno de los más destacados es que facilita su reconocimiento por parte del público y permite su diferenciación con respecto a la competencia. Además, genera credibilidad y confianza en los consumidores y fomenta la lealtad de los clientes hacia la marca.
También se encarga de fortalecer el sentido de pertenencia de los empleados, contribuyendo a la retención del talento. A la vez, aumenta el valor percibido de la marca en el mercado y ayuda a posicionarla en un lugar destacado dentro de su sector.
Identidad corporativa, imagen corporativa y branding: ¿son lo mismo?
Es habitual confundir estos tres términos, pero cada uno tiene un significado diferente. Como hemos visto, la identidad corporativa es la forma en la que la empresa quiere que su público la perciba. En cambio, la imagen corporativa es la manera en la que esta es realmente percibida.
Imagen e identidad corporativa deberían coincidir, pero si no se ha trabajado bien el branding, pueden surgir divergencias. El branding no es otra cosa que el proceso de creación y gestión de una marca, lo que implica trabajar en campos tan diferentes entre sí como la mejora de la experiencia del cliente o las redes sociales para pymes.
Dicho de forma más sencilla:
- Identidad: lo que es la empresa.
- Imagen: lo que perciben los demás.
- Branding: proceso de construcción de la identidad y la imagen corporativa.
Identidad corporativa: elementos esenciales
Los elementos que la conforman son muy variados, pero hay algunos que requieren una mención especial.
Nombre de la empresa
Es lo primero que van a ver los clientes potenciales y debe ser capaz de transmitir una idea concisa sobre lo que es o lo que hace la entidad que está detrás de esa denominación.
Aunque elegir un nombre es algo libre, lo idóneo es que esté relacionado con la actividad comercial, que sea fácil de recordar y resulte lo suficientemente llamativo como para despertar el interés del público.
Logotipo
Los elementos visuales como el logotipo son necesarios para llegar al público. De hecho, seguro que te vienen a la cabeza logos de grandes marcas como Apple o Nike. Aunque han cambiado ligeramente con el paso del tiempo, continúan siendo fácilmente reconocibles para los consumidores.
Identidad cromática
Los colores ejercen una fuerte influencia sobre nuestra psicología aunque no seamos conscientes de ello. Esto implica que también son capaces de transmitirnos mensajes.
Por ejemplo, si pensamos en Coca-Cola, que basa su identidad cromática en el rojo, nos damos cuenta de que este nos transmite vitalidad y energía, que son valores que esta empresa desea que asociemos con sus productos.
Tono y voz
Hoy en día las empresas se comunican a través de notas de prensa, redes sociales, su web corporativa, etc., y es necesario que haya consistencia en el tono y la voz usados en cada unos de estos canales y que, a la vez, se adapten al medio concreto que se está utilizando.
Además, es fundamental cuidar el lenguaje y tener cuidado con las expresiones y términos que se usan tanto en la comunicación externa como en la interna.
La web corporativa
Se ha convertido en uno de los elementos más importantes de la identidad corporativa, porque es el lugar al que el público acude en busca de información concreta sobre una empresa.
Para que el branding sea un éxito, la página web de una compañía tiene que complementar a los otros elementos de la identidad corporativa, como el logotipo, los colores, el tono y la voz. Si se percibe la más mínima variación, es posible que empiecen a surgir divergencias entre la identidad que desea transmitir la empresa y la imagen que perciben los consumidores.
El manual de identidad corporativa
Conseguir esa coherencia de la que venimos hablando no es sencillo si no tenemos una guía que seguir. Por eso, el manual de identidad corporativa se ha convertido en una pieza clave. Una herramienta que integra las líneas de diseño a seguir en la definición de todos los aspectos que caracterizan a la empresa.
Puede indicar qué colores concretos se deben usar o cuál es la tipografía empleada, pero puede ir más allá e incluir prescripciones respecto al tono de voz a utilizar o a los valores que hay que potenciar en las comunicaciones externas e internas.
En la identidad corporativa, los elementos deben estar bien trabajados para que el resultado sea un éxito. Si necesitas ayuda con la comunicación y el marketing de tu negocio, ponte en contacto con nosotros y dinos qué necesitas.